La festividad del Señor de Huanca, está caracterizada por una emotiva
peregrinación multitudinaria, con devotos de Cusco, de otras ciudades de
nuestro país y muchos que llegan de Bolivia, Paraguay, Argentina y Chile,
quienes tienen una especial veneración a la imagen originada en la región
cusqueña. Actualmente las
fiestas del Señor de Huanca se inician el 14 de Setiembre, en una actitud muy
devota a la imagen de un Cristo martirizado.
Los peregrinos amanecen en el distrito
cusqueño de San Salvador, en la provincia de Calca, al calor de unas velas y
muchas oraciones, llegando luego de una caminata de 48 kilómetros desde la
ciudad Imperial. El templo ubicado en las faldas de la montaña Pachatusan, muy
cercana al rio Vilcanota, reciben estas muestras de devoción desde el año 1,675.
La
peregrinación del Señor de Huanca es una importante celebración que tiene como
fecha central el mencionado día 14 de setiembre. Se trata de un recorrido que
el pueblo y los fieles devotos del Señor realizan desde sus diferentes poblados
hasta el mismo Santuario que se encuentra en un paraje que responde al nombre
de Huata Piedra Negra.
Son diversas
las historias sobre el origen de este Cristo, cuya aparición es el siglo XVII.
Se destaca la historia de un indio llamado Diego, quien ya estaba cansado
de los maltratos de sus patrones y decidió escapar, en su huida llegó
hasta Huanca donde rezó todo el día y toda la noche para no ser encontrado.
Cuando llego
la noche este indio tuvo una revelación, frente a él se encontraba un Cristo
Sangrante; lleno de emoción decidió llamar a uno de los más destacados pintores
del pueblo, para que inmortalizara en piedra la imagen que él acababa de ver.
El pintor hizo su labor y la imagen atrajo la devoción de muchas personas,
culto que permaneció en secreto por algunos años, solo para la adoración de los
indígenas.
En esta
peregrinación tradicional, no es extraño poder apreciar también la venta de
diferentes réplicas hechas de este Santo Señor, ni tampoco es de sorprender que
gente realice a pie sus peregrinación desde sitios más lejanos que la misma
Ciudad de Cusco, ya que es la fe la que mueve este recorrido extenso ya sea en
agradecimiento o solicitud del Santo Señor de Huanca.
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