Festejan a San Francisco de Asís en hermoso valle huarochirano
Una magnífica ocasión de
vivir una tradicional fiesta patronal huarochirana está a pocos pasos de Lima.
Son las celebraciones del pueblo de Sisicaya en homenaje a San Francisco de Asís
que se realizan entre el 3 y 5 de Octubre, con eventos especiales que este
pueblo presenta con hermosas casitas
pintadas con todos los tonos del arco iris.
Es importante recordar que
la provincia de Huarochirí, cuenta con una inmensa variedad de festividades en
todos sus centros poblados, distritos o poblaciones menores. Pueblos herederos de culturas nativas mescladas con corrientes coloniales,
pero que mantienen vigentes sus costumbres ancestrales. Son comunidades que
conservan la cultura viva de sus antepasados.
Una diversidad de fiestas
como la del pueblo de Sisicaya en el distrito de Antioquía, a 45 kilómetros de
la ciudad de Lima, en plena cuenca del rio Lurín a 900 metros sobre el nivel
del mar. Un hermoso valle de clima templado con una notable producción de frutales
y que celebra a San Francisco en la primera semana del mencionado mes.
Su festividad se desarrolla
en medio del entusiasmo de sus pobladores que recepcionan a sus visitantes con
sus mejores comidas y bebidas desde el primer día festivo, donde las bandas
musicales y conjuntos acompañan a todos los cajueleros, mayordomos y otros
funcionarios a los preparativos de la fechas de víspera y día central, con
castillos y fuegos artificiales, desfiles artísticos, ceremonias de misas y
procesiones y costumbres propias de la provincia.
La fiesta nos motiva a
visitar las ruinas arqueológicas de Avillay, de las pampas de Sisicaya y los
sectores del camino Inca o Capaq Ñam, presente en estas tierras de Sisicaya, población
conocida en la época pre inca como Itchma, nombrada en las tradiciones de
Ricardo Palma como Los Malditos. El pueblo
fue creado como Villa Sisicaya en el año de 1959.
El acontecimiento es
considerado de mayor atractivo entre las que se realizan en el departamento de
Lima por su realización. Sobre todo por las bondades del clima y la facilidad
para llegar a este valle, al mismo que se accede por la ruta del distrito
limeño de Cieneguilla, para encontrarnos con su eterno paisaje de piedras, ríos,
frutales y los restos del Capaq Ñam, utilizado por los antiguos Chasquis que venían
a Lima desde el Cusco.
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