Con el marco de un
bello paisaje andino Ayabaca celebra fiesta
Ayabaca es una
ciudad ubicada en la sierra de Piura, con un hermoso paisaje andino y un clima
saludable. Es en esta ciudad donde
se realiza una fiesta patronal muy importante. Fiesta dedicada a rendir homenaje
al Señor Cautivo, con la llegada de miles de fieles que respiran
una gran devoción religiosa, por el santo patrón.
Las principales ceremonias se desarrollan en la ciudad de Ayabaca en la primera
quincena del mes de Octubre, con una gran cantidad de devotos, quienes llegan
en peregrinación, de ciudades norteñas
del Perú e incluso de Ecuador.
La
peregrinación en homenaje al Señor Cautivo de Ayabaca se desarrolla por la ruta
que une todas las ciudades norteñas con la ciudad que acoge a su imagen. Por el trayecto hacia la tierra
del Cautivo, muchos peregrinos llevan una Cruz a cuestas, otros con sus mochilas
llevando lo necesario. Algunos llevan instrumentos musicales y en el camino
vienen cantando para atenuar el trajín de su peregrinación. Las autoridades
colaboran con la fe de los peregrinos, socorriéndolos todo el trayecto.
El Cautivo representa el
momento en el que Cristo fue abandonado por sus discípulos y fue apresado. La imagen
de un metro ochenta de alto, de pie y maniatado, refleja en su rostro una
profunda desolación. Viste túnica morada con bordados dorados. Sus poderosas
manos están atadas. Sobre su cabeza esta una corona de espinas de oro, en la
que resplandecen tres potencias del mismo metal.
El
día central de las celebraciones es el 13 de Octubre, donde la bella imagen
del Señor Cautivo es llevada en procesión por las calles del pueblo, previamente
alfombradas con flores. El
recorrido que se realiza en homenaje a este Señor Cautivo de Ayabaca es
importante ya que se transita por todas las calles del pueblo en compañía de
miles de feligreses y las mujeres devotas portan en sus manos cirios y
sahumerios que perfuman el recorrido del Cristo. La procesión termina siempre
con una misa que se celebra en su homenaje.
El
acontecimiento es acompañado por la realización de verbenas y fiestas, al igual
que ferias gastronómicas, donde se puede
encontrar y degustar platillos como seco de cabrito, jamón ahumado, seco de chabelo,
postres, entre los que se hallan la natilla, champuz, mazamorra de algarrobina,
además de degustar de el canelazo, tradicional de Piura.
Según
la historia se cuenta que a mediados del siglo XVIIi llegaron al pueblo de
Ayabaca tres hombres que se encontraban vestidos de blanco y quienes montaban
corceles del mismo color y que parecían no ser humanos comunes. Por entonces la
población de la zona tenían la idea de mandar tallar una imagen del Señor
Jesucristo. Resulto pues que aquellos forasteros eran talladores y se comprometieron a realizar la estatua del
Cristo con la única condición de que no se les visite durante su trabajo y así
no interrumpieran su labor.
Los
pobladores, curiosos de conocer el trabajo que aquellos hombres realizaban,
fueron hacia el lugar de sus labores dándose con la sorpresa de que estos ya no
se encontraban y que en el lugar de su trabajo habían dejado la imagen de este
milagroso señor. Se creyó y se sigue creyendo sobre el suceso que aquellos tres
artesanos eran ángeles y que aquella imagen fue hecha con la intención de que todo
el poblado de Ayabaca le rindiera culto.
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